"La música es
una forma de soñar juntos y de ir a otra dimensión"
Cecilia
Bartoli, mezzosoprano
Como lo dice la frase, la música es un medio para canalizar nuestras
sensaciones y emociones. A través de
ella se puede trasmitir y es una manera excepcional para sentirnos libres. Libres de pensar, de sentir, de expresarnos,
en fin, lograr transportarnos a escenarios inimaginables.
La canción social o de protesta en América resurge a mediados del del
siglo XX, cuando a través de letras de gran contenido social, de artistas
varios, de eventos masivos con mensaje común, como el de “Paz y Amor” en Woodstock,
etc. logra incorporar en la música el sentir social de un grupo o sector de la
población. Estos sectores buscaban de
cierta forma una reivindicación ante las realidades políticas, sociales,
económicas, culturales, ambientales, etc. que se estaban suscitando entonces.
América Latina es una región que no ha sido inmune a este sentir y se
sumó a este tipo de movimientos de contracultura. El pasado violento, y de cierta forma
“turbio” de nuestra región, hizo que en los diversos países surgieran manifestaciones
artísticas que buscaban protestar contra los sistemas imperantes, todo esto
aglutinado en un sentimiento común que hizo, y sigue haciendo parte, de lo que
se denomina identidad latinoamericana, es decir, la disolución de nacionalismos
e integración de propuestas y un accionar común ante los lazos de hermandad
entre los países latinoamericanos.
La región cuenta con unas características particulares que han conducido
a que se dé una brecha grande en el ámbito social, político y económico. Esta zona
ha sido violentada desde su misma colonización, en donde los eventos de
“dominio” por parte de nuestros colonizadores generaron desigualdad, racismo,
injusticia, etc. Particularmente, durante el siglo pasado, Latinoamérica vivió
una serie de sucesos que exacerbaron el inconformismo de los pueblos. De esta forma, la música se convirtió en el
elemento ideal para canalizar y desinhibir anhelos y frustraciones; fue una
“válvula de escape”. Las causas para protestar siempre estaban (¿o están?) al
orden día: desigualdad, pobreza, sistemas políticos (dictaduras,
autoritarismo), represión, violación de los derechos humanos, etc.
Mi blog hoy se centrará en la agrupación chilena “Los prisioneros”,
quienes en gran parte de sus contenidos musicales reflejan este inconformismo y
rebeldía hacia el sistema social de su país.
Me basaré en el análisis de una de sus canciones más impactantes: Corazones Rojos.
Por: DANIEL
VALDERRAMA