CONCLUSIONES
No hay duda de que el grupo musical chileno Los prisioneros fue una de las bandas más prestigiosas del denominado rock en español en la región durante los años 80´s y 90´s. Sus características particulares, su autenticidad, su rebeldía, su manera de incorporar en sus composiciones contenidos de protesta social sobre las diferentes situaciones que se presentaban en su país, y que en gran medida eran comunes con los demás países latinoamericanos, los hizo trascender y llevar su mensaje a muchos sectores de la población que se identificaban con sus contenidos musicales, como fue el caso de los jóvenes.
La canción “Corazones Rojos” es un tema que buscaba evidenciar una realidad que aún no ha sido superada a pesar del paso de los años: el machismo enquistado dentro de las culturas latinoamericanas y el auge de un feminismo que pretendía luchar contra las injusticias vividas por parte de las mujeres por siglos. La discriminación hacia la mujer se amplió en el sector productivo, al ésta incorporarse en el mercado laboral, pero en condiciones diferentes a las de los hombres. Se percibe como la mujer además de ser discriminada empieza a ser explotada porque ahora deberá ser esposa, madre y trabajadora; sigue subordinada y debe continuar siendo sumisa como lo insinúa la canción: “Búscate un trabajo, estudia algo, la mitad del sueldo y doble labor”. El maltrato y la violencia se manifiestan en la canción cuando mencionan frases impactantes como “Mil insultos como mil latigazos, mil latigazos dame de comer” o “Eres ciudadana de segunda clase, sin privilegios y sin honor”.
Desafortunadamente, pareciera que este machismo no ha podido ser superado porque es como una “condición genética” de nuestra raza. El maltrato y la violencia física se han venido ahora combinar con una violencia de tipo psicológica que golpea tanto como si se sufriera una agresión directa. La desigualdad de género persiste y la mujer no cuenta con mucha protección del estado ya que las leyes son laxas y por esta razón han aumentado las tasas de feminicidios en América Latina.
Ante estas situaciones, la música sigue siendo una válvula de escape a través de la cual se pueden trasmitir mensajes que impactan a la sociedad. El contexto social vivido durante el auge de esta agrupación musical evidentemente no es el mismo, pero aún persisten situaciones como esta que siguen generando discriminación, injusticia y dolor.
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